Post de Escuelas Infantiles Montemadrid para el Blog de Escuelas Católicas
El 2 de abril es el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, y en las Escuelas Infantiles de la Fundación Montemadrid creemos que la educación inclusiva de calidad es posible. Nos orgullece ver que el resultado de nuestras aulas TEA son reflejo del esfuerzo y dedicación de todos y cada uno de los profesionales que las conforman. Quizá en un día como hoy si queremos reafirmar y promover la plena realización de los derechos y libertades fundamentales de las personas autistas, conviene empezar por explicar qué es el trastorno del espectro del autismo (TEA) y cómo funcionan las aulas TEA.
El trastorno del espectro del autismo (TEA) es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a cómo las personas se comunican e interactúan con el entorno. Acompaña a la persona a lo largo de su vida y afecta, fundamentalmente, a dos áreas del funcionamiento personal: la comunicación e interacción social; y la flexibilidad del pensamiento y del comportamiento. Las aulas TEA, por su parte, son aulas de apoyo intensivo y especializadas, creadas dentro de un centro ordinario preferente, con recursos para atender a personas con trastorno del espectro autista.
En nuestras escuelas de la Fundación Montemadrid concebimos las aulas TEA como un espacio abierto a la diversidad y a toda la comunidad educativa, facilitando así una escuela inclusiva y de convivencia. Para nosotros lo más importante es saber y conocer cómo son nuestros alumnos, para ofrecerles una respuesta educativa lo más adaptada e individualizada posible a sus características.
Planteamos una organización temporal y espacial que responde a las individualidades de cada niño y niña. Partimos de la creación de un entorno seguro y predecible que facilite la comprensión del alumno haciendo uso de estrategias temporales, como las claves visuales por toda la escuela, los paneles y las agendas. Todas ellas emplean pictogramas o imágenes reales para indicar la secuencia de actividades que el alumno tiene que llevar a cabo en su día a día
Para ello, contamos con la figura de los profesionales en Audición y Lenguaje / Pedagogía Terapéutica y con el Técnico de Integración Social; todos ellos planifican y organizan las actividades destinadas al aprendizaje curricular en las áreas donde más apoyo requieren nuestros alumnos (autonomía, comunicación, lenguaje y desarrollo de habilidades sociales). En cuanto a los recursos materiales, poseemos un espacio físico propio dotado de material y equipamiento que es compartido con el resto de aulas. Además, se crean materiales adaptados y personalizados a cada alumno en función de sus necesidades e intereses. Trabajar de esta forma permite a estos alumnos enfrentarse de manera autónoma a los diversos contextos; mejorar sus habilidades comunicativas; así como adquirir estrategias sociales y emocionales.
Por eso, para nosotros, consideramos de especial importancia la existencia de este tipo de aulas, ya que gracias a ellas fomentamos la autonomía y la preparación de estos alumnos en sus posteriores etapas de la vida.
También el papel de los alumnos que no presentan autismo es fundamental. Ellos colaboran e intervienen favoreciendo que la inclusión del alumnado con autismo sea posible, ya que son quienes les ofrecen modelos normalizados, les apoyan y ayudan en la escuela, acompañándolos en todas las actividades como cualquier otra persona. Además, se convierten en las principales guías: potenciando su comunicación, jugando, participando, así como aprendiendo y disfrutando conjuntamente.
Y lo más importante es que también se benefician porque adquieren valores importantísimos para la vida, pues aprenden que cada persona es diferente, con sus propias particularidades y formas de ser, siendo capaces de convivir, compartir, ayudar, empatizar… con el resto de compañeros. Además, la metodología específica que utilizamos en las escuelas infantiles para estos alumnos (apoyos visuales, estructuración, anticipación, sistema bimodal), no solo les beneficia a ellos, sino a todos los alumnos.
Un claro ejemplo de esta interacción es el plan de patio: actividad donde niños y niñas con características diferentes juegan juntos para fomentar la inclusión, habilidades sociales, estrategias de relación y comunicación.
Por otra parte, creemos que la familia también puede contribuir a favorecer la inclusión de los alumnos con autismo hablando con sus hijos para que comprendan que las diferencias son positivas y enriquecedoras; y facilitando su participación en actividades fuera del cole: cumpleaños, fiestas, parque, invitarles a jugar a casa…
En definitiva, en las Escuelas Infantiles de la Fundación Montemadrid apostamos por entender que el autismo es parte de este mundo y no un mundo aparte, y que conocerlo y comprenderlo significa enriquecernos todos. Si después de leer este post habéis sentido curiosidad por saber cómo se siente un niño autista, no dejéis de ver el vídeo “Carta a mis compañeros” y celebremos juntos este Día apoyando a las personas autistas y a sus familias.
Por aula oruga y aula mariposa.
*Las Escuelas Infantiles de la Fundación Montemadrid son centros inclusivos de Educación Infantil de 0 a 6 años, con una amplia experiencia de más de 40 años en la atención a la diversidad y la discapacidad infantil. Desde el año 2008, cuentan con aulas de apoyo a la integración para la atención específica de alumnos con necesidades educativas especiales (acnees). Su experiencia en la atención de este alumnado fue la base para la implantación de las Aulas TGD en las cuatro Escuelas Infantiles, para atender a niños y niñas con trastornos generalizados del desarrollo (TGD), entre los que se incluyen los alumnos con diagnóstico de autismo. En 2013 se convirtieron en Centros Preferentes para la atención de alumnos con TDG, incluidos alumnos con trastornos del espectro autista (TEA). Dos escuelas infantiles cuentan con dos aulas TGD (Conde de Elda, y Adela Abrines) y dos escuelas infantiles cuentan con 1 aula TGD (Alfredo López y Javier García Pita).
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